jueves, 9 de diciembre de 2010

Y mientras tanto, en Normal...

A punto de acabar este semestre echo la vista atras. Desde aqui, no parece tanto, de hecho, las ultimas semanas, aunque de querer morir, han sido de las mas divertidas de mi vida. No cantemos victoria todavia, esto no ha terminado. Seguiremos informando.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Introducción a Vancouver.

Sólo quiere expresar mi admiración por Canadá. Ole, ole, y ole. Comentaré mi viaje largo y tendido, en estos días que tengo para "escribir mis papers". Pero Canadá es increíble y Vancouver, no digamos. Como muestra un botón. En mis primeros segundos en esta ciudad, vi unas luces suspendidas en el aire que marcaban el camino hacia el Pacífico y, más allá, las montañas. Sólo cuando estás ya dentro de ellas, te das cuenta de que no son barcos, ni farolas, ni almas perdidas. Son las luces y sombras de los edificios. Y hasta ahí puedo leer.




sábado, 20 de noviembre de 2010

#4 Lleva siempre un tupperware encima. La Free Food es el pan nuestro de cada día en the Office.

viernes, 19 de noviembre de 2010

#3 M'agrada molt el catalá. I m'agrada molt qu'hagi tants livres à la biblioteca Miller per aprendre tants idiomes.
#2 Desde que estoy en América, soy europea. Y a mucha honra.

Cosas que estoy aprendiendo en América.

#1 Me gusta todo lo que lleve Cranberry o Raspberry. Especialmente zumos. Y Arizona Iced Tea. Yum.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Soy una tísica.

En Normal se entera una de cada cosa... uyuyuyuy. Esto es mejor que un grupo de Señoras Que. Pues sí, al parecer tengo tuberculosis. Bueno, no exactamente. Lo que tengo son las trazas (como si fueran frutos secos) de la bacteria de la tuberculosis in my body, lo que significa que he estado expuesta a ella. Fijate, oye! En realidad no pasa nada. La bacteria está ahí, yo estoy aquí. Cada una a lo suyo y sin molestar ni contagiar ni provocar esputos sangrantes. La podría añadir a mi lista de flatmates, junto al americano odioso que no me habló durante 4 meses.
Esto es más hardcore que cuando tuve un piojo de Erasmus. Bueno, vale, que cuando tuve una liendre... Me pregunto: si a mí se me ocurre pedir el lectorado o una Fullbright, me encontrarán un hermano gemelo fundido con mi columna vertebral? Eso sería la oshtia. Tendría para escribir una novela y pedirle a Almodóvar que me haga una trilogía. Con gazpacho. Y travestis. Y Javier Cámara, que es mu salao.
Pues sí, señores. Ahora tengo que tomar una decision. A saber: empiezo a tomar una medicación durante 9 meses, durante los cuales el alcohol ni para desinfectar heridas o no hago nada y me arriesgo a ser parte de ese entre 5 y 10% de la población que desarrolla la enfermedad y escupe sangre mientras gira la cabeza 360º. Yo he pensado: a ver, cuando se mete una araña en casa, ¿qué hago? La mato de un zapatazo, no? Y entonces, qué voy a hacer con la bacteria? Efectivamente, dejarla vivir en paz. A ver si el zapatazo me lo va a dar ella.

martes, 7 de septiembre de 2010

Religious Mathematics.



¿Dónde te puedes encontrar un cartel así? ¡Sólo en América! Puedo entender que quieran unir religión y ciencia y que les salga creacionismo. Pero matemáticas... ¡matemáticas! Cuán grande eso.

viernes, 3 de septiembre de 2010

N


Mola, ¿eh? Es el cine de Uptown Normal. Como en las pelis. Si te fijas bien, puedes ver el título de la película de este finde. Sí, estás leyendo bien: Metropolis de Fritz Lang. Increíble. Realmente no hay mucho más que ver en Uptown Normal. Hay un par de cafés que no están mal, tiendas de discos, y una rotonda con flores. No hay iglesias románicas ni catedrales góticas.
Quién quiera Románico que se vaya a Zamora. Yo sólo echo de menos el tren chu-chú.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Veo, veo. ¿Qué ves?




¿Qué veis aquí? - Un donuts mordido! - No -Qué va a ser eso un donuts, hombre, inculto! Eso es un bagel. Como un donuts pero salado. -No - ¿Cómo que no? -Bueno, sí es un bagel, pero no exactamente. - ¿Qué es? ¿Tu merienda? -Ja! ojala! Pero no... eso es mi comida. Una comida a las 12 del mediodía corriendo en 5 minutos antes de entrar a clase. Un bagel de arándanos por la mitad, tostado, con crema de queso regular (tuve que tomar 6 decisiones, luego lo engullí en 5 mins.). ¿Y lo otro? Un Carribean Cruise smoothie (caro como él solo y más dulce que un brownie, pero necesitaba fruta). O tempura! O moras! ¿dónde están esos espaguetis a la carbonara, esos tallarines con solomillo de cerdo y ragú de mango, esas lentejas con chorizo?
Aquí no hay tiempo para esas tonterías. Corre, come, que llegas tarde.

domingo, 29 de agosto de 2010

Voyage, voyage.




¿Cuánto tiempo llevo en Normal? ¿Son dos semanas? A ver... llegué un domingo. Sí, dos semanas. Como se puede deducir, he tenido tiempo para llegar, asentarme, comprar una cama, conocer gente y reflexionar sobre este maravilloso sitio. ¿Impresiones? Normal es muy normal. No está mal. No es Salamanca, ni Barcelona, ni Galway, ni Donegal, pero tampoco voy a tirarme delante de un autobús para que me manden a casa. Más que nada, porque todavía no han acabado los papeles de mi seguro médico. Lo que me recuerda: tengo que llamar al servicio médico para que me hagan la prueba de la TB. ¿Por dónde puedo empezar? El principio, claro. El viaje fue bien. Demasiado corto. Había un mapa en la mini-tele en donde veías por dónde ibas. Todavía no era consciente de dónde estaba y ya cruzábamos los hielos canadienses. En ese momento me hubiera gustado quedarme en medio del aire para siempre. Pero no, llegué. Llegué y me perdí en el aeropuerto de Chicago. No entendía nada. No había mostrador de información. Os voy a ahorrar la descripción de las 4 horas que pasé allí. Grrr.

Pero sobreviví y llegué a Normal.
A primera vista, Normal es una mierda. El autobús me dejó en un carrefour. No el supermercado, sino la encrucijada de caminos. O carreteras. Millas y millas en todas direcciones y nada interesante a la vista. Carol (mi housemate) y Amke (la asistente alemana), vinieron a buscarme. Y allí comprendí por qué todo esto no iba a estar tan mal. Llegaba triste, cansada, perdida y a regañadientes. Y ellas me lo pusieron todo mucho más fácil. Me dejaron un colchón, me dieron una cerveza y me trataron como si fueramos amigas desde siempre. Como si hubiera pasado toda mi vida en Normal y llegara de unas vacaciones. A partir de ese momento todo fueron facilidades. Amke nos llevó al día siguiente a la universidad a hacer todo lo aburrido. La profesora catalana me consiguió una cama y nos llevó a comprar un sofá, una mesa, comida y un televisor! En los días siguientes, más gente nos venía y nos daba cosas que no necesitaban y más cervezas. Yo creo que si todavía no he suplicado que me lleven de vuelta es por la gente. La gente es tan simpática, tan amable, tan tan genial que da miedo. Después de todos los papeles en Secretaría en Salamanca con Auxi y compañía, esto es el paraíso.

En estas dos semanas, también he tenido tiempo de empezar las clases. Primero, la Graduate School. Esto es serio. Y difícil. Y pesado. Para el primer día, ya tenía assignments. Lo cual me produjo stress y malestar, como los gases. Pero bueno, es lo que hay. Tengo 3 clases de momento y mantengo con ellas una relación de amor y odio. Odio la clase de Shakespeare. Muchísimo. La odio cordialmente. O sea, con todo mi corazón. Es muy difícil. Pero a veces es absurdamente fácil. Pero la mayor parte del tiempo es muy difícil. Y me importa una mierda. Me importan un mierda Shakespeare y el New Historicism. Pero en cambio, amo las clases de gramática y (de momento) la de metodología. Es tan genial. Tan tan genial. Y el profesor es la oshtia. Como Bruguera en Barcelona. Para la gramática va todo mi amor absurdo.

Y seguro que estáis pensando: sí, sí, muy bien. Pero... ¿qué tal la experienia dando clase? Ja! lo mejor para el final. Es genial!! Me encanta. Es díficil, muy difícil, y estoy preocupada porque voy muy lenta y porque me cuesta encontrar contextos a las clases y hacer las transiciones con naturalidad. Pero es tan guay!! Es tan tan guay que me he preguntado estos días por qué estoy haciendo la mierda de máster de inglés y por qué estoy aquí cuando podría estar haciendo el máster de ELE y ser mucho más feliz. Oh, decisiones! Pero lo mejor de todo, lo mejor mejor mejor de todo de las clases es que tengo mi despacho!! con una mesa dentro de un cubículo! y en la mesa hay una placa con mi nombre!! Es la oshtia. La reoshtia. Molo mogollón. Y para que me creáis, le he hecho una foto. oh sí oh sí. Normal no está tan mal.